viernes, 30 de marzo de 2007

El monito Tití


El perrito Fido 1



Si el señor Walt Disney alguna vez se descongela y sale
indemne del experimento, apuesto a que me inicia una demanda.



Desde que nació, Ramiro siempre fue un nene activo, simpático, inteligente y de lindas facciones. No lo digo porque sea la madre, tengo numerosos testigos que podrían corroborarlo. Ramiro es, además, un nene de manual: fue concebido exactamente cuando lo planeamos, nació pocas horas después de la fecha estimada, de parto natural y rápido como lo soñé siempre. Y, como indican los manuales, tiene un mejor amigo, el Monito Tití. Un muñeco de pelos largos y roña perenne que lo ayuda a dormir y lo consuela cuando se pega un palo -vive haciéndolo y no me condenen: al lado de él, el conejito de Duracell después de tomarse un estimulante es un zombie-. El Monito Tití vino a reemplazar al Patito Cua-Cua, que se extravió durante un viaje en un episodio sobre el que los restantes miembros de la familia hemos tendido un pesado manto de silencio, pero que dentro de unos 15 o 20 años algún analista se encargará de rescatar del inconsciente de Ramiro para que venga a facturármelo con IVA. Lo cierto es que la aparición del mono peludo me salvó la vida, o el sueño nocturno para ser más concretos. Acompañan a Tití varios otros muñecos, una especie de elenco secundario al que Ramiro acude a discreción.
A esta altura se habrán dado cuenta de una de mis más vergonzosas falencias como madre: aunque me gusta pensar que soy una persona con inventiva, mi imaginación a la hora de ponerles nombres a los peluches deja mucho que desear. Entre los muñecos secundarios se encuentra un perrito diminuto que le compré a Ramiro cuando tenía pocos meses. Le puse Fido. En su momento la adquisición puso en guardia al hermano de Ramiro, entonces de nueve años, que reclamó otro perrito igual, el cual, como era previsible, terminó a las pocas horas entre los chiches de Ramiro porque no tiene luces, ni sonido, ni muerde, ni dice palabrotas, ni juega a la Playstation. El primer perrito cambió entonces su nombre a Fido 1, y el segundo fue bautizado como Fido 2. Pero si creen que esto es patético, no se pierdan ésta: Yamila, la niñera de Ramiro, quien tuvo alguna participación en la triste pérdida del Patito Cua-Cua, se lanzó por toda la ciudad e incluso la provincia de Buenos Aires a conseguir uno similar, cosa que no logró. Pero terminó comprando, en La Plata, un pato suavecito que no se parece mucho al anterior, pero al menos es amarillo. Le puse de nombre El Pato de Yamila.
Durante un tiempo creí que a su corta edad Ramiro era incapaz de advertir mi falta de creatividad en ese campo, hasta que le compré unas sábanas de Mickey. Quedó alucinado con ese nombre: Mickey. Y, aunque entonces “papá” lo pronunciaba “babap” y “mamá” todavía era un vocablo que lo dejaba con la mirada ausente y los labios sellados cada vez que se lo reclamaba, se le notaba el empeño que ponía para tratar de pronunciar “Mickey”. Casi parecía que me agradeciera mi supuesta dedicación para inventarle por fin un nombre original a uno de sus amiguitos. Al día de hoy, yo me hago la opa. Para Ramiro, mamá es la creadora del nombre “Mickey”. Hasta que se demuestre lo contrario.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó tu blog! Lo único es que de mi monitor empezó a chorrear baba, pero no importa. Un beso grande a esta gran MAMÁ!

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Jelou jelou, años sin saber de ud. y ahí me la encuentro, la mama bloguera.

Bien, bienvenida al clú niñaaaaa... no se aflija por los nombres de los peluches, a los míos, decidí nombrarlos por raza:

es así que las dos jirafas violetas se llaman "jirafa violeta" y "la otra jirafa violeta", la oveja se llama "Dolly", el pato es "el pato amarillo" y el único que tiene un nombre decente, es el perro que en este momento es el preferido de Juaki "Router" se llama y fue bautizado hace años atrás por su padre informatico (el del niño, no del perro).

Bueno, una alegría leerte bien, y me alegra cruzarnos otra vez en el mundo bloguero así como en su momento lo hicimos en los cursos de Claudia.

Yo también tengo el blog pero hay que actualizarlo nena, hay que actualizarlo y carezco del tiempo por ahora. De todos modos, pegate una vuelta cuando quieras: www.elnene-nomecome.blogspot.com

Abrazote

Marcesku dijo...

Muy bueno!!!
Mira que soy de hacer zaping en la lectura, pero lo leí completo, será porque soy padre de ezequiel (2 años) y me veia reflejado en muchas cosas es un relato muy ameno y divertido
continualo que es exelente.
un saludo
marcelo